Por
Estefanía Guzmán Quintero
Decorar los
dormitorios infantiles es una tarea que puede resultar divertida y a la vez
complicada. Muchos padres se preguntarán qué tan aniñado debe ser, qué colores son
más apropiados o si debe opinar su hijo sobre cómo va a lucir su habitación o
no…
Para los niños su
habitación es más que un lugar para dormir, puede convertirse en su lugar
favorito, escondite o el ambiente perfecto para descansar o relajarse. Sin
embargo una habitación también debe estimularles, hacerlos soñar y sobre todo
que les haga sentir que ése es su espacio y se sienten cómodos en él.
Algo que será
fundamental al momento de empezar a decorar será tomar en cuenta la edad del
niño y con ello sus necesidades para poder dar solución a ellas.
Se recomienda que
para niños de dos a cinco años se coloquen murales de personajes realizando
alguna actividad y mucho color para estimular su vitalidad.
Aproximadamente a
los cinco años los niños comienzan a aprender a leer, escribir, requieren mayor
concentración, por lo que en su habitación será necesario que se note ese
cambio y que ésta motive su aprendizaje. Un pizarrón, un corcho para pegar sus
trabajos o dibujos, un estante o un escritorio pueden ser un complemento ideal.
A partir de los
seis años, los niños suelen identificarse con ciertos personajes de sus
películas o cuentos favoritos, por lo que a ellos les encantará tener un cuarto
como cuento de hadas, espacio o con cierto estilo marinero.
Es recomendable
que en su habitación puedan tener un rincón donde puedan jugar o imaginar.
Debajo de la litera puede ser un excelente lugar para acomodar muchos cojines o
adaptar un escritorio y que tu hijo sienta que está creciendo y que mamá y papá
lo notan.
Los muebles de
materiales nobles, sobre todo la madera, en su color natural son los que mejor
se adaptan al crecimiento de tus hijos, por lo que no tendrás que preocuparte
por cambiar la recámara constantemente.
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